Se recibieron los primeros psicólogos UM

La Facultad de Psicología celebró este viernes 12 de diciembre un nuevo hito: se recibió la primera generación de estudiantes, aquella que inició en 2022, cuando había más sueños que realidades.
Durante el último año y medio los alumnos fueron preparando su proyecto final de carrera, una propuesta de investigación en un tema de su elección. Lo hicieron de modo individual o en duplas, mientras cursaban las demás materias de la currícula. El viernes 12 fue la fecha de exposiciones orales ante los tribunales (funcionaron dos en simultáneo), que estaban compuestos por un miembro de la Facultad y una de las docentes de la materia del proyecto: Natalia Penas en un aula y María Emilia Oñate en la otra. Cada grupo tenía 10 minutos para hacer su exposición y podía traer invitados, que después de la instancia se quedaban para acompañar en el jardín con un desayuno.

Los temas propuestos fueron de lo más variados: hábitos alimenticios y bienestar emocional en adolescentes, experiencias de búsqueda de sentido en adultos sobrevivientes a intentos de suicidio, prácticas parentales en el fútbol juvenil uruguayo, la ludopatía, o el abordaje de la sexualidad por parte de los cuidadores familiares de individuos con síndrome de Down, entre otros tantos. En todos los casos los estudiantes hicieron una descripción del tema, un relevamiento de la investigación existente y un proyecto de estudio, destacando los aportes que esto significaría para la sociedad.

En general las devoluciones de las docentes fueron muy buenas, en varios casos destacaron la excelencia de los trabajos, y en otros tantos invitaron a los alumnos a realizar la investigación de campo. Las directoras de la carrera y el personal full-time estaba espacialmente conmovido, pues veían -y así lo dijeron- a profesionales preparados, listos para ingresar en el campo laboral. Les era imposible no remontarse a la pandemia, cuando soñaban con una Facultad de Psicología. Me acuerdo que anotamos cosas en un papel. Soñamos, y nos quedamos cortas”, dijo Marianella Ciompi, subdirectora de la carrera.
Sueños hechos realidad
Una vez que terminaron todas las presentaciones orales, el equipo docente de la Facultad reunió a todos los presentes -estudiantes, amigos, padres, abuelos, sobrinos, hermanos, novios…- en el patio. La decana, María José Soler, habló de la metáfora del árbol, y dijo que los chicos eran en cierta medida un árbol, con sus buenas raíces y su historia, que había crecido en los últimos cuatro años en la UM. Ahora es tiempo de cobijar pájaros, de ser refugio para quienes quieran volar, invitó. Mónica Larrosa, coordinadora de la Licenciatura, recordó las entrevistas de los primeros interesados en cursar una carrera que aún no existía, y agradeció la confianza de esta primera generación. “Queremos que sean buenos profesionales, pero sobre todo, buenas personas”, aseguró.

Antes de terminar, invitaron a todos los alumnos a participar de un signo, y les dieron una banda de tela -como las que se usan en graduaciones en algunas universidades- y marcadores para poder dejarse mensajes unos a otros. Los abrazos, risas y llantos demostraban alegría y satisfacción por parte de los protagonistas y de sus familiares, en algunos casos llegados desde otras ciudades del país.
Para quienes no tenían exámenes pendientes, esta fue la última instancia de evaluación, por lo que recibieron efusivas felicitaciones y mensajes de “bienvenidos, colegas” por parte de los docentes. Más tarde, luego de sacarse fotos y recibir flores, muchos de ellos se cambiaron y fueron al Parque Batlle, donde obtuvieron más saludos y las tradicionales mezclas de huevos, harina y papeles de colores.





