Primera actividad del Ciclo Cultural CEDEI 2023

Se realizó un conversatorio sobre viajeros latinoamericanos que visitaron la Unión Soviética, China y Palestina entre los siglos XIX y XX
Primera actividad del Ciclo Cultural CEDEI 2023

El Centro de Documentación y Estudios de Iberoamérica (CEDEI) de la UM realizó el conversatorio: “Identidades en tránsito: espacios, imaginarios y usos de la literatura de viajes en América Latina”. El 23 de marzo expuso la profesora asociada de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Dra. María Montt; el docente de la Facultad de Humanidades y Educación (FHUMyE) de la UM, Dr. Sebastián Hernández; y profesora investigadora asociada al CEDEI, Dra. Mariana Moraes.

Los disertantes conversaron sobre los proyectos de investigación que se encuentran realizando en el marco de la temática de viajes latinoamericanos a Europa y Estados Unidos durante los siglos XIX y XX. Por un lado, el Dr. Hernández se encuentra estudiando las conexiones religiosas entre el Cono Sur y Palestina durante el periodo de desarrollo del internacionalismo católico, entre 1859 y 1930. La Dra. Moraes, por su parte, investiga los viajes políticos que realizaron escritores rioplatenses entre 1940 y 1960 a Estados Unidos y la Unión Soviética, particularmente. Por último, la Dra. Montt, que participó desde Chile, se encuentra investigando los viajes realizados por chilenos a la República Popular de China entre 1949 y 1979.  

Conexiones religiosas del Cono Sur y Palestina entre 1850 y 1920

Al comienzo, Sebastián Hernández tomó la palabra y habló sobre su actual proyecto de investigación, que estudia las conexiones religiosas que se dieron entre los países del Cono Sur y la Palestina otomana entre 1850 y 1920, cuando el catolicismo se encontraba internacionalizándose. Actualmente, indaga las iniciativas que permitieron conectar a católicos de Chile, Argentina y Uruguay con dicha región del mar Mediterráneo: “La hipótesis que mueve esta investigación es que el desarrollo de un internacionalismo católico - caracterizado fundamentalmente por una renovada cultura católica de signo ultramontano, el desarrollo de una fuerte devoción hacia el papado y, también, la defensa internacional de los derechos políticos de la Santa Sede -, lo que permitió fue crear un marco epistémico que posibilitó relacionar estos dos espacios en principio poco conectados, o poco considerados dentro de la globalidad católica”.

Explicó que la investigación intenta cuestionar relatos y narrativas sobre la centralidad totalizante que tuvo Europa en la configuración de un imaginario católico latinoamericano en el siglo XIX y en la orientación de su globalización. En síntesis, pretende “remarcar la importancia que tuvieron otros centros de interés en la configuración de este imaginario católico latinoamericano, que en este caso fue Medio Oriente y sobre todo el Oriente Bíblico”.

En esta misma línea, habló de la figura de algunos viajeros y relatos de viajes de católicos, tanto a Palestina como a Roma. Subrayó que, a través de estos relatos, se descubren y complementan imágenes del imaginario y una percepción sobre el oriente en un contexto ligado a la globalización de la Iglesia Universal. También comentó que parte de la investigación se centra en el papel que tuvo la transformación social, política y cultural del Medio Oriente (comprendiendo acontecimientos como la inauguración del canal de Suez, el ferrocarril, y la apertura de agencias turísticas), lo que modificó la experiencia del viaje a partir de 1870: “Cuando uno lee el conjunto de estos relatos de viaje de católicos latinoamericanos entre el 1950 hasta el 1970, es una experiencia muy distinta de la que viven aquellos otros católicos latinoamericanos a principio del siglo XX”.

Intelectuales latinoamericanos del siglo XX y la búsqueda de un modelo de progreso

Seguidamente, Mariana Moraes abordó su investigación, que se enfoca en la literatura de aquellos viajeros rioplatenses que, entre 1940 y 1960, destinaron sus viajes a Estados Unidos, la Unión Soviética, Cuba y China. Su libro, Turistas intelectuales: viaje, política y utopía en María Rosa Oliver y Ezequiel Martínez Estrada publicado (2020), resume las ideas de los dos viajeros argentinos, escritores vinculados con la elite liberal argentina y cercanos al grupo de Victorio Ocampo y la revista Sur.

Moraes comentó que Oliver cumple el papel de una intelectual comprometida y deja en su obra un conjunto de memorias, artículos y crónicas en prensa. Martínez Estrada, por su parte, fue una figura ensayista de interpretación de lo nacional y del problema de la nación argentina, pero poco conocido como viajero. Si bien ambos tienen trayectos intelectuales e ideológicos diferentes, comparten muchas afinidades. Estos viajes, según explicó tienen el objetivo de perseguir algo que no fue “exclusivo de ellos”, sino un modelo de progreso que les es ajeno, algo que la autora calificó como “viajes a la utopía”.

En cuanto a la corriente de este tipo de viajes políticos, comentó que iniciaron en 1920, con la apertura de la Unión Soviética a los viajeros, en un tiempo de ebullición de ideologías y eventos históricos, “con un gran poder de contagio o generación de transferencias culturales y políticas en el mundo local y latinoamericano”. Enfatizó en que se trató de una época en donde el intelectual aún era dueño de autoridad en el sentido de la credibilidad de su palabra o su potencia para generar imágenes y discursos en torno a los otros. Es por este motivo que los viajes se convirtieron en un objetivo muy perseguido por diferentes gobiernos, que empezaron a invitar a intelectuales como visitantes oficiales, a través de un “turismo ideológico” con programas de visitas que incluían la invitación al escritor, el pago de su pasaje y estadía, la organización de dictado de conferencias y visitas a instituciones. En este sentido, la Dra. Moraes concluyó que, al ser viajes regulados, el margen de libertad se encorsetaba.

El Chile del siglo XX y su relación diplomática con la República Popular de China

Por último, María Montt abordó el tema de su investigación, que se enfoca en chilenos que viajaron a la República Popular China entre 1949 y 1979, durante la Revolución Comunista China y en el contexto de la Guerra Fría. Explicó que la mirada de estos viajeros, aunque es en un periodo corto de tiempo, cambia drásticamente, ya que la sociedad china se transforma de 1950 a 1960 por los lazos que genera con la Unión Soviética y la revolución cultural que atraviesa en ese periodo.

Remarcó que, en ese tiempo, Chile mantuvo relaciones diplomáticas con China. Por otro lado, mencionó la dificultad de encontrar los testimonios de aquellos viajeros que, al salir de Chile, no pidieron el visado, escapándose de los archivos del país. Los viajes eran reglados, organizados. Una vez en la República Popular China, los viajeros debían seguir ciertos patrones y contaban con un traductor que actuaba de mediador entre culturas.

Se visitaban ciudades específicas como Pekín, así como algunas instituciones e hitos culturales como museos y la Gran Muralla China. También se hacían visitas a fábricas, cárceles, e industrias con el objetivo de mostrar el proceso revolucionario.

La hipótesis de la investigadora es que las miradas sobre estas experiencias son distintas, tanto sobre la China tradicional y antigua, como también en la manera de ver la revolución (entre autores y entre periodos de visita): “Lo que busco es tratar de entender la relación con China, el imaginario que hay sobre China, y cómo se experimenta y percibe esta China con la que luego se abren relaciones diplomáticas”.

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