Graduadas de Magisterio realizaron una pasantía en la fundación Dr. Pérez Scremini
Daniela Cotto, Paula Sanchís, Ianara Rodriguez, Maria Eugenia Gurevich y Milagros Varela, graduadas de Magisterio de la Facultad de Humanidades y Educación de la UM, realizaron un voluntariado en la Fundación Dr. Pérez Scremini. La práctica tuvo como objetivo lograr la continuidad en la trayectoria escolar de niños con cáncer.
Cuando un niño es diagnosticado con una enfermedad grave, las familias, maestros y médicos deben trabajar de forma colaborativa para darle continuidad a la escolaridad del paciente, según explicó Josefina Calvete, directora de Magisterio de la UM. “Para asegurar el derecho a la educación y lograr una inclusión efectiva, surge la necesidad de diseñar intervenciones educativas para cada niño en situación de vulnerabilidad por enfermedad. Es aquí donde la Pedagogía Hospitalaria cobra especial relevancia”, subrayó.
La Fundación Pérez Scremini comentó que, desde el 2019, han implementado un proyecto educativo que busca abordar de manera multidisciplinaria e integral “este aspecto tan fundamental en la vida de sus pacientes”. La Fundación planifica intervenciones adecuadas para cada niño o adolescente a través de evaluaciones psicopedagógicas personalizadas, equipo psicosocial, profesionales médicos y maestros, según explica en sus redes sociales. “Son muchos los desafíos y dificultades sanitarias, emocionales y académicas que enfrentan los valientes y sus familias durante su tratamiento”, comentó la fundación.
Las graduadas de la UM recibieron capacitación de un equipo de la fundación, conformado por maestros, psicopedagogas y psicólogos. Una vez por semana, visitaron la fundación y realizaron las tareas con el apoyo del equipo interdisciplinario. “La comunicación y el trabajo colaborativo fueron factores fundamentales”, destacó Cotto, ya que diariamente eran notificadas acerca de qué trabajarían con los niños y las estrategias que debían poner en práctica para cada caso. Y agregó que, durante el trabajo voluntario, logró poner en práctica varios aprendizajes de la carrera. “Es muy importante el compromiso y responsabilidad que esta profesión nos ha dado para dar lo mejor en nuestras prácticas docentes. [Asimismo], pude crecer como profesional, además de afianzar mi capacidad de resiliencia y empatía. No me queda más que agradecerles a la Fundación y a la UM por esta experiencia única”, reflexionó Cotto.
Actualmente, Mikaela Estévez y Ariana Doglianni, alumnas de la misma carrera, están realizando la práctica también en la fundación, dando continuidad al programa de apoyo de Pedagogía Hospitalaria.