Ella siempre estuvo al tanto de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) contaba con un sistema de pasantías, pero nunca dio el paso de apuntarse porque pausar la universidad o el trabajo e irse a Washington DC no estaban en sus planes. Pero llegó el momento en el que las excusas se acabaron: debido al estado de emergencia sanitaria a nivel mundial, las pasantías se ofrecieron en formato virtual. A cuatro meses de graduarse como abogada en la Facultad de Derecho de la UM, Carmela Valenzuela se postuló. De las 900 personas que se anotaron, eligieron a setenta. Carmela fue una de ellas.   

¿Dónde realizaste tu pasantía?  

Fui pasante en el Departamento para la Promoción de la Paz y de Coordinación con Gobiernos Subnacionales de la OEA. Este departamento depende de la Secretaría para el fortalecimiento de la Democracia, que tiene su sede en Washington DC.   
 
La pasantía se desarrolló desde setiembre de 2020 hasta diciembre del mismo año, mientras cursaba el último año de carrera.  

El hecho que fuera en formato virtual no fue en desmedro de la calidad y de todo lo que pude aprender. Todas las semanas se celebraron reuniones en las que expertos de varios departamentos efectuaron conferencias de real interés, de temas relativos a derechos humanos y fortalecimiento de la democracia en las Américas. Dentro de las actividades semanales también pude asistir una simulación de una sesión de la Asamblea General de la OEA.   

¿Cuáles fueron tus tareas como pasante?  

Mis tareas consistieron en la cooperación en la publicación de una “Guía práctica para una efectiva respuesta a la pandemia a nivel subnacional”; la investigación de los distintos impactos y respuestas de la pandemia en las Américas; la creación de contenido para las redes sociales del Departamento para la Promoción de la Paz, entre otras.   
 
Esta experiencia no habría sido tan gratificante sino hubiese tenido como supervisores a la Sra. directora Magdalena Talamás y al Dr. Ricardo Cabral, quienes, en todo momento, además de estar presentes, me brindaron el apoyo necesario para desempeñar mis tareas. En verdad, actuaron más como mentores que como supervisores.  

¿Pudiste coincidir con los demás pasantes?  

La virtualidad de la pasantía no impidió la posibilidad de hacer networking ni de efectuar intercambios o lograr nuevas amistades. Los pasantes actuamos en grupos reducidos, lo que permitió profundizar el conocimiento mutuo y hasta hacernos amigos.   

Asimismo, una vez a la semana se celebraba una reunión entre todos los pasantes para conocer qué actividad estábamos efectuando en cada área de trabajo. Sin ninguna duda, el intercambio con personas de diferentes países de las Américas nos permitió profundizar el conocimiento de otros países y de nuestra región.  

Fue una experiencia muy linda, no solo por el trabajo -que tiene un impacto directo en las personas de las Américas- sino también por las amistades que gané. La oportunidad de trabajar con gente de todo el mundo me hizo crecer tanto en el aspecto profesional como en el personal. Sin dudas, recomiendo la pasantía.