“El mundo hoy entendió que la comunicación es conectar con el otro”

En el marco del Día de la Mujer, Patricia Schroeder habla sobre su trabajo en la gestión de Comunicación en el MSP durante la pandemia, los programas que dirige en la UM y de la mujer y su progresión inclusiva en el mundo laboral
Patricia Schroeder en un salón de la Universidad de Montevideo, con un pizarrón detrás.

Con más de veinte años en el rubro de la Comunicación estratégica, Patricia Schroeder vive uno de los momentos más importantes de su carrera. La necesidad de expertos en comunicación de crisis en el contexto de pandemia, en combinación con su constante formación académica y profesional, la ubicaron como referente regional e internacional. Aunque la importancia de la Comunicación de crisis no siempre fue evidente en Uruguay, Schroeder resaltó que “la comunicación es una respuesta a la complejidad de las organizaciones”.

“Fue madurando la gestión de la comunicación en las organizaciones y hoy no cabe duda de que la comunicación es 360, que abarca todos los aspectos, que tiene que haber una persona que pueda mirar, analizar y gestionar la comunicación con todos los públicos, con todos los stakeholders. Y el punto de partida de la comunicación es una definición política: quién soy y dónde quiero estar”, explicó.

“La comunicación es una respuesta a la complejidad de las organizaciones”.

La idoneidad de su perfil en tiempos de pandemia

Después de años de trabajar en la UM como profesora titular de la asignatura “Comunicación Corporativa” (luego “Comunicación Estratégica”), diseñó un posgrado en Dirección de Comunicación, que luego se convirtió en Maestría, y que hoy dirige. Está al frente también del posgrado en Comunicación Política de la Facultad de Comunicación de la UM y es directora ejecutiva del Centro de Ciencias Biomédicas de la UM.

Durante su carrera profesional, se vinculó también al asesoramiento en comunicación en instituciones de salud y ese es el tema de la tesis de su doctorado. A principios de 2020, el Dr. Daniel Salinas la llamó para pedirle que se incorpora al Ministerio de Salud Pública a partir del 1º de marzo. Desde entonces, está al frente de la gestión de Comunicación durante la pandemia.

En estos días, la Organización Mundial de la Salud publicará un libro sobre la gestión uruguaya de la pandemia desde el punto de vista epidemiológico y sanitario. Patricia Schroeder tuvo el encargo redactar un capítulo dedicado a la estrategia de comunicación. Sumado a esto, los profesionales de Comunicación argentinos Luciano Elizalde y Mario Riorda la invitaron a participar de la reedición del libro “Comunicación gubernamental 360”,  en donde es responsable del capítulo “Comunicar la pandemia desde el gobierno uruguayo”, junto a Belén Amadeo.

Días especiales para una entrevista

En los días previos a la llegada de las vacunas, dedicó parte de su tiempo a contestar algunas preguntas en el marco del Día de la Mujer. En la pared de su oficina en la Universidad de Montevideo hay una cartelera de corcho en la que se ve una foto junto a su esposo y sus siete hijos. La gestión de comunicación durante la pandemia, el rol de la comunicación estratégica, su vida profesional y familiar, el sentido del 8 de marzo. De todo eso habló durante la entrevista.

A lo largo de tu carrera profesional te acercaste a la comunicación de crisis y a la comunicación en el área de la salud, la mezcla perfecta para dirigir la gestión de comunicación durante una pandemia que pasará a los libros de historia. ¿Cómo fue tu primer contacto con el Ministerio de Salud Pública?

El ministro y subsecretario trabajaron intensamente antes de asumir y unos de sus principales objetivos era el diseño de un equipo de asesores y directores. El foco estaba puesto en buscar profesionales en todas las áreas. Específicamente en Comunicación, pidieron referencias de profesionales en el área de Comunicación en salud. Desde esta visión, se valoró el manejo de la disciplina como un aspecto fundamental de la gestión de gobierno. El objetivo planteado fue el posicionamiento del Ministerio de Salud Pública y la organización de una oficina profesional. Es justo y es necesario decir que este ministerio ya tenía una oficina de Comunicación. Lo que se me encargó e hicimos, fue seguir avanzando en esa dirección. A lo que apostamos fue a una comunicación de gobierno con enfoque transmedia, 360: redes sociales, página web, vocería, y todo lo que implica la comunicación de gobierno. 

En distintas conferencias has explicado el rol fundamental de la comunicación en la gestión de esta pandemia: la relevancia de no solo decir, sino también hacer; el protagonismo de los medios de comunicación; la importancia de llegar a cada público con un mensaje específico y, vinculado a esto, la comunicación transmedia de la que hablabas antes. ¿Qué aprendiste de toda esta situación?

Tengo dos grandes aprendizajes de esta gestión de comunicación. En primer lugar, la importancia de analizar el contexto, porque la comunicación tiene significado siempre en un contexto determinado. Y estamos en uno que cambia a ritmo vertiginoso. Para ponerte un ejemplo, el ánimo de los uruguayos hoy (la entrevista fue realizada el 24 de febrero) es distinto con el anuncio de la llegada de dos millones de vacunas en relación a unos días atrás, en la que no teníamos esta noticia. La incidencia de la llegada de la vacunación nos dio esperanza. También, destaco que la comunicación siempre es parte de una gestión: se trata de hacer y decir coherentemente. La opinión pública está pendiente de los mensajes, pero está más pendiente de las acciones de los gobernantes y, en este proceso, se va construyendo la confianza.

¿Y el segundo?

La importancia de la comunicación en la construcción de costumbres y en dejar de lado otras, todo con el fin de no contagiarnos. Tuvimos que cambiar drásticamente nuestros hábitos: cosas muy arraigadas como el saludo, el beso, la cercanía, el apretón de manos, el abrazo. Tuvimos que aprender a vivir de una manera distinta. La comunicación tuvo un rol fundamental en ese cambio cultural tan fuerte, que fue necesario para mitigar el daño de la pandemia. La pandemia está, vivimos con pandemia, tenemos que mitigar el daño. Tuvimos que aprender a andar por la vida con mascarilla, a tomar distancia para hablar con una persona.

Durante el IAB Forum 2020 hablaste de la importancia de la empatía y afirmaste que la “comunicación no se da solo con tener un canal, dar un mensaje y recibir una respuesta”. Y a continuación: “Es una acción: acompañar, estar y entender a las personas en las distintas situaciones”.

El mundo hoy entendió que la comunicación no es hablar, sino que es conectar con el otro. Todo esto, que lo sabemos, que lo estudiamos, que lo experimentamos, el covid lo aceleró. El covid aceleró esta necesidad de escuchar a las personas, que no le puedo hablar igual de la vacuna o los riesgos del covid a una persona de ochenta, que una de quince años.

"El covid aceleró esta necesidad de escuchar a las personas".

En la ceremonia de Graduación UM del 2019, la graduada responsable del discurso dijo: “Invito a mi generación, y a todas las generaciones del MDC, a utilizar esas ganas de más comunicación para ser agentes de cambio. DirComs: dejemos nuestra huella por medio de la comunicación”. Fuiste parte del inicio del MDC, que hoy ya tiene muchos graduados. ¿Cómo fue la génesis de esta maestría? Vinculado también a tu experiencia en la gestión de comunicación en pandemia, ¿Uruguay necesita de más DirComs, por qué?

Este año también desafió a las organizaciones. La pandemia nos desafió en todos los aspectos, a nivel personal, y a las organizaciones en lo compleja que es la comunicación en todas las áreas. La pandemia puso sobre la mesa todos los temas que tratamos en el máster, aplicados al mundo corporativo y al director de empresa. En primer lugar, le puso como desafío los asuntos públicos. Cada organización es un actor social que contribuye en la mejora de la situación del país. El cumplimiento de los protocolos, no es solo cumplimiento: las empresas educan, contribuyen y favorecen a que las personas se relacionen y trabajen de una manera en la que se evite el contagio. Las organizaciones están, como nunca antes, metidas en los asuntos públicos y son, como nunca antes, un actor social relevante. Y eso se vio en la construcción, en el comercio, en la educación ni que hablar, en todas las áreas.

"Cada organización es un actor social que contribuye en la mejora de la situación del país".

Teniendo eso en cuenta, ¿de qué forma colabora la comunicación y la formación de los comunicadores?

La comunicación interna fue, este año de covid, mucho más importante. Se puso sobre la mesa lo importante que es hablar de los riesgos que se corren y cómo tenemos que trabajar y desarrollar nuevos canales de comunicación interna. Tuvimos que transformarnos, rebuscarnos y sustituir la comunicación presencial por comunicación virtual. Al cruzarnos menos por el pasillo, hubo que construir otros canales de comunicación interna. Y la relación con el cliente, el tercer aspecto que vemos en la maestría. La fidelización del cliente, la comunicación de ventas. En esa área estuvo el desafío de mantener el contacto con el cliente por nuevos canales y aprender a tomar decisiones rápidamente. Eso es lo que se enseña en el máster: a analizar el contexto y tomar decisiones para poder trabajar en esta comunicación con esta visión 360. Hoy, todas las empresas se han dado cuenta de que la comunicación es un gran desafío y que requiere una profesionalización. Y que no es solamente la comunicación interna, no es solamente la relación con el gobierno o con tu ente regulador, sino que tú sos un actor social que podés construir y mejorar la situación del país.

Desde el año pasado sos también la directora ejecutiva del Centro de Ciencias Biomédicas de la UM. ¿Cómo ha contribuido tu trayectoria a este rol y qué has aprendido del trabajo?

Entré a un mundo nuevo en el que aporto mi visión desde la gestión universitaria. Lo que también puso en evidencia esta pandemia —y no puedo más que estar agradecida por estar en los dos temas más importantes que son salud y comunicación— es la necesidad de poner la ciencia y la investigación al servicio de la sociedad. Eso es lo que estamos buscando promover y fortalecer en el Centro de Ciencias Biomédicas (CCB) desde todos los aspectos en los que nos está tocando transitar. El CCB tiene antecedentes muy fuertes en el área de investigación, Traumatología, especialidad en Emergencia, con profesores de larga trayectoria. La pandemia puso en evidencia la necesidad de que la ciencia esté al servicio de la sociedad y, la medicina, al servicio de las personas. En el CCB estamos impulsando esa visión humanista de la medicina. Con la telemedicina tuvimos un plan B, y Uruguay aprovechó su buena conectividad. Gracias a ella pudo mantenerse, pero siempre es un complemento. Nunca puede perderse la relación personal médico-paciente. Es insustituible.

Hace poco se conmemoró el Día de la niña y la mujer en la ciencia y compartiste un hilo de Twitter en el que una investigadora uruguaya habla sobre su embarazo mientras cursaba un doctorado en un instituto Max Planck en Alemania. Las personas cercanas la cuestionaron y ella afirma que estaba feliz y que terminó el doctorado en el plazo previsto. Destacás de su historia lo que la ayudó a lograr eso: cuidados compartidos, una guardería y formación previa. En tu caso, ¿cómo hacés compatible tu trabajo profesional con tu familia y qué recomendás para esto?

El hecho de que la mujer pueda desarrollarse en el trabajo, en la ciencia, en la academia, en todos los aspectos, no es un problema de la mujer, es un tema de la sociedad. Porque lo primero es una decisión compartida. Sin una decisión compartida en mi casa, yo no hubiese hecho nada de lo que hice. Fue siempre en equipo con mi marido, con mis hijos. Es necesaria una concepción de que el cuidado y la educación de los hijos son responsabilidades compartidas. Sacar adelante una familia implica desafíos de cuidados personales, de cuidados económicos, de educación, formación, etc., siempre compartidos.

"Sin una decisión compartida en mi casa, yo no hubiese hecho nada de lo que hice. Fue siempre en equipo con mi marido, con mis hijos".

¿Qué implica este cambio cultural en la sociedad?

Es fundamental que la sociedad vaya generando los apoyos necesarios, como son las guarderías en los lugares de trabajo, como son —y estoy súper agradecida y veo— las salas de lactancia que se han generalizado. La lactancia es algo irremplazable para la mujer. Podemos hacer compatible ese tiempo de lactancia que es tan importante para el hijo, para el bebé, para la madre, pero debe ser en espacios adecuados. Siempre pienso que la inclusión, y en este caso la inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la vida, se puede, pero solo hay que cambiar algunas cosas. Es como cuando hablamos de inclusión en la educación de un chico con discapacidad. Sí, se puede, solo que hay que cambiar algunas cosas. El mundo crece, el mundo avanza, con la inclusión. Y, para que sea posible la inclusión de todos en esta sociedad, para que haya un lugar para todos, en todos los aspectos de la vida, a veces hay que cambiar algo.

¿La pandemia influyó en este sentido?

La pandemia nos hizo adecuarnos y buscar soluciones, fue muy bueno para esto, para ver que nos podemos alternar en el cuidado de los hijos, que podemos estar en una reunión de directorio en la que alguien puede estar por Zoom y otro presencial. Nos hicimos mucho más flexibles. Y encontramos soluciones rápidamente. Vimos que no era imposible, que se puede.

¿Cómo fue tu experiencia personal?

Yo transité un camino, que no es que sea el camino para todos, pero puedo decir que tengo que estar agradecida con la vida, porque me di el gusto de trabajar y estudiar siempre, y tener la familia que tengo. Y cuando alguien me pregunta “¿qué gusto te diste?”, me di el gusto de hacer lo que quise; ir recibiendo a mis hijos y que la familia fuera creciendo. Hice el máster con cuatro hijos, el doctorado con siete. La vida me dio esa oportunidad. Y no es que todo el mundo lo tenga que hacer, lo que digo es que lo pude hacer, porque tuve flexibilidad en el trabajo, porque tuve el acuerdo, siempre compartido y con un compañero de vida, que es mi marido.

¿Qué aporta la vida en familia?

Cuando los hijos llegan y crecen, somos todos parte de una comunidad. En la familia se aprende a vivir en sociedad. Estoy también cada vez más convencida de que tener hermanos te ayuda mucho a vivir en sociedad. ¿Con quién es la primera persona con la que te peleaste en tu vida? Con tu hermano. ¿A quién fue la primera persona a la que le tuviste que pedir perdón? A tu hermano. Primero, lo aprendés en casa y después lo llevás a la escuela, y después al trabajo. Es tan necesario eso, aprender a vivir y a entender que cada uno en la familia tiene aspiraciones y ansias de crecimiento. Y en la familia después cada uno va tomando su camino, pero te seguís acompañando, porque aprendiste a ser solidario con el otro. En una reflexión final, subrayo lo importante que es la vida en familia para las exigencias del mercado laboral actual.

"Subrayo lo importante que es la vida en familia para las exigencias del mercado laboral actual".

¿Qué te parece importante destacar en el Día de la Mujer?

Creo que el Día de la Mujer tiene que servir para poner sobre la mesa la inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. Si vamos a hablar del día de la mujer, es hablar de inclusión. A mí me gusta esa perspectiva. La mujer aporta en todos los aspectos de la sociedad desde su capacidad específica. ¿Por qué hoy hay lugares que son ásperos para que la mujer crezca profesionalmente? Porque no están dadas las condiciones para que la mujer pueda estar y cumplir con todos sus roles. El día de la mujer es para reconocer el aporte de la mujer en todos los aspectos de la vida. Y que hablar de la mujer en el trabajo es hablar de inclusión. La sociedad moderna pone de manifiesto la importancia de comunicar, tener empatía, acoger, cuidar, tender puentes y estos son todos aspectos en los que las mujeres tendemos a tener una capacidad innata.

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