Eduardo Maquieira

Eduardo Maquieira

Eduardo Maquieira es de Young y pertenece a la generación 2004 de la Facultad de Comunicación (FCOM) de la Universidad de Montevideo (UM). Durante la carrera disfrutó cursar materias de edición, guion y producción audiovisual, donde adquirió herramientas fundamentales para comenzar a trabajar como realizador independiente en su productora Estiyú y crear sus propios proyectos audiovisuales desde 2010. 

En la siguiente entrevista habla acerca de María Fracasada, la primera webnovela uruguaya que estrenó en 2016 y que fue nominada dentro de la categoría Revelación web en los Premios Iris 2017. 

¿Cuándo creaste Estiyú Producciones? ¿Qué te motivó a hacerlo? 
Estiyú (estilo younguense) está formada por los tres hermanos Maquieira: Eliana, Elías y yo. Era el sello que siempre ponía en las historias que escribía en mi etapa liceal. Al principio era una fantasía que finalmente tomó forma real cuando registramos la empresa y comenzamos a grabar películas. 

Estiyú es la continuidad de un proceso que viene desde la infancia, cuando la mezcla de la pasión por las telenovelas y el anime lograba que pasara tardes enteras dibujando historietas con mi hermano. Historietas que después fueron radionovelas y luego presentaciones powerpoint con dibujos digitalizados y acompañados con voces y música, que mostrábamos a quienes iban de visita a casa. 

Así se fue sembrando un deseo audiovisual de contar historias, de estudiar, de formarse y de volver a nuestra tierra (Young) que tenía pocas oportunidades en esta área. El objetivo es entretener y siempre dejar un mensaje para reflexionar. 

¿Cuál es la historia de María Fracasada? ¿Por qué decidiste contar esta historia? 
Trata de una muchacha a la que todo le sale mal y que además cae en la trampa de una empresa que usa su imagen para hacer una ridícula campaña de publicidad. Al enfrentar a esta empresa descubre que en realidad hay un peligroso secreto detrás de todo. 

Me interesaba mezclar un poco de romance, humor, peligro, venganza y un problema social fuerte de fondo. Una de mis grandes pasiones es el género telenovela, por eso, cuando se dio la posibilidad de hacer una webnovela, decidí que quería explorar todos los recursos más usados. Entonces, para comenzar, quería una "María", como ya existe en muchos clásicos mexicanos y venezolanos. 

¿Qué significó para vos estar nominado al premio Revelación web en los Iris 2017? 
Uno de nuestros grandes objetivos es descentralizar la cultura audiovisual, demostrar que se pueden contar historias fuera de Montevideo. Entonces, la nominación significó algo muy importante porque es un reconocimiento de lo que se puede hacer en el interior del país. 

Además, que una de nuestras historias esté nominada entre lo más destacado del espectáculo de T.V., radio e internet de Uruguay, nos dio la posibilidad de que más público conozca nuestro trabajo y eso es un gran empujón. 

¿Actualmente te encontrás desarrollando otro proyecto? ¿En qué consiste? 
Estamos desarrollando El coraje, una segunda webnovela, aunque también está pensada para otros formatos. Es una historia en la que vuelvo a colocar el drama como centro. Es una historia intensa, que se refiere al maltrato, a la vida injusta, al valor que se necesita para intentar cambiarla y al coraje para enfrentar las consecuencias. 

¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo? 
Disfruto de todo el proceso y que sea rápido, porque la ansiedad siempre está al mando. Quizás el inicio, el momento de estructurar, de pensar qué ingredientes quiero en la historia, sea el punto más alto.  

¿Cuáles son tus expectativas a futuro en el medio audiovisual? 
Me resulta muy complicado expresar lo que pienso del futuro, porque soy muy soñador y tengo que bajarme a la fuerza a la realidad que enfrento constantemente. 

Sueño con una industria audiovisual diversa, que no dependa ni de política, ni de amiguismo, ni de soberbia, ni de falsos líderes. Quiero una industria audiovisual que se mueva por el entusiasmo, el talento, la descentralización. Quizá sea demasiado, pero mientras esté vivo seguiré intentando. 

Nota realizada en 2017.