Nueva miniserie de docente FCOM
La flor de la vida es una película documental realizada por Adriana Loeff, docente de la asignatura realización documental de la Facultad de Comunicación (FCOM), y por Claudia Abend. En mayo de 2020, las documentalistas lanzaron la miniserie La flor de la vida, que consta de tres capítulos con historias inéditas, que no están presentes en la película documental.
Con la película, Loeff y Abend intentaron generar un retrato de la vida después de los 80 años, y responder las preguntas ¿qué nos pasa por dentro cuando envejecemos?, ¿cómo aceptamos el declive propio de la edad, cuando lo vemos en nuestros padres o en nosotros mismos? y ¿qué efecto tiene el paso del tiempo en nuestros sentimientos y afectos?
En el contexto de la pandemia de COVID-19, decidieron lanzar la miniserie para “contar historias en las que los protagonistas son octogenarios, y además octogenarios que se animan a vivir nuevos comienzos en esa etapa de la vida”, comentó Loeff, y agregó: “nos pareció que ofrecía un mensaje inspirador en este momento”.
En la siguiente entrevista las documentalistas hablan de esta nueva miniserie, cómo fue el trabajo de realización y sus objetivos con este nuevo proyecto.
¿Cómo surgió la idea de adaptar la película a una miniserie?
Adriana: En realidad, la película La flor de la vida nació como un largometraje coral, ya que durante varios años filmamos varias historias de vida pensando que todas formarían parte del corte final. Pero, cuando comenzamos el montaje, nos dimos cuenta de que había una historia particular —la de una pareja de toda la vida que se enfrentaba a los desafíos del paso del tiempo— en la que queríamos profundizar. Por eso, finalmente, la película termina contando una única historia.
Claudia: Las demás quedaron guardadas en un cajón, junto con nuestra fantasía de usar todo ese material en algún proyecto más. Con la llegada de la pandemia y el confinamiento, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) lanzó un fondo llamado Desafío Covid-19, para proyectos que pudieran realizarse en el lapso de un mes y que pudieran ayudar a la población en este momento tan singular.
Adriana: Nos dimos cuenta de que hacer una serie con ese material era ideal. Los adultos mayores han sido los más afectados por esta crisis. Contar historias en las que los protagonistas son octogenarios, y además octogenarios que se animan a vivir nuevos comienzos en esa etapa de la vida, nos pareció que ofrecía un mensaje inspirador en este momento.
¿Cómo trabajaron, desde la realización, para crear una miniserie?
Claudia: El material que usamos para la serie es inédito, no hubo que adaptarlo, nunca había salido a luz. Esas historias no habían llegado a formar parte del corte final de la película, no por falta de mérito propio, sino porque elegimos concentrarnos en la película en una de las historias. Ahora, en retrospectiva, pensamos que este formato corto que usamos en la serie fue el ideal para esos relatos.
¿Cuántos capítulos componen esta miniserie y por dónde se puede ver?
Adriana: Son tres, cada uno con una historia diferente. La primera es la de Elda y Ruben, dos viudos que se conocen la clase de hidrogimnasia, sienten atracción el uno por el otro, y terminan tomando una decisión que cambiará sus vidas.
Claudia: El segundo es la historia de Sara, una ama de casa que pasó gran parte de su vida sacando adelante sus cinco hijos. Pero de jubilada, ya sola y sin bocas que alimentar, decide que llegó la hora de cerrar una materia pendiente: comienza a practicar deporte y a los 85 años es campeona de atletismo. La última historia es la de Juan José, que pasó toda su vida ocultando un secreto que lo avergüenza: es analfabeto. Y al cumplir 80 decide enfrentar ese estigma y volver a la escuela a aprender el abecedario.
Adriana: Y sentimos que hay otras historias pendientes de ser contadas, capaz en el futuro podemos sumar algún capítulo más. La miniserie puede verse por Vera TV o por Vimeo: episodio I, episodio II y episodio III.
¿Tienen nuevos objetivos a partir la difusión de la miniserie?
Claudia: Que llegue a la mayor cantidad de público posible, especialmente en estas fechas tan desafiantes de distancia social y de rutinas trastocadas.
¿Cuál ha sido la reacción de algunos de los protagonistas al conocer que se iba a realizar esta miniserie?
Adriana: Reacciones de mucha emoción. Hemos recibido mensajes de agradecimiento no solo de los protagonistas sino también de sus familias. Uno que nos marcó en particular, de hecho, fue el de la nieta de una de las protagonistas, que recalca lo importante que fuimos en las vidas de su abuela a lo largo de tantos años.
Nos emocionó particularmente porque nosotras siempre sentimos que esas personas a las que filmábamos, que nos abrían las puertas de sus vidas con tanta generosidad, se habían convertido en una especie de abuelos para nosotras. Por momentos pasábamos más tiempo con ellos que con nuestros propios abuelos. Nos gustó saber que fue recíproco.