Docente UM fue la primera certificada en Educación Financiera por la OIT
La docente Alessandra Crosignani se convirtió en la primera docente uruguaya en certificarse en Formación Nacional en Educación Financiera por la Organización Internacional del Trabajo. Crosignani, profesora de la UM desde el 2003, fue unas de las 60 personas seleccionadas, entre más de 300 postulantes, para capacitarse en Educación Financiera por OIT, a partir de la convocatoria de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE).
En la UM, Crosignani es docente de la Facultad de Ingeniería (FIUM), Facultad de Ciencias Empresariales y Economía (FCEE), Facultad de Humanidades y Educación (FHUMyE) y del Diploma en Docencia Universitaria (DDU). A su vez, pertenece al equipo docente de Initium, el centro de liderazgo, emprendimientos e innovación de la UM.
Desde 2019, Crosignani trabaja en la temática de educación financiera realizando talleres a nivel de bachillerato y charlas cortas para emprendedores del interior del país. “Es muy preocupante ver que existen pocas iniciativas en estos temas y, las que están operativas, cubren bajísimos porcentajes de la población. Quedarse de brazos cruzados no es la solución; es por esto que salí a hacer algo... y, paso a paso, vamos sumando”, contó Crosignani.
Para esta certificación, la docente contó con el apoyo de Initium. Este centro contribuyó en la convocatoria y realización de un ciclo de tres talleres de Educación Financiera, dirigidos a mipymes de todo el país, a cargo de Alessandra Crosignani. Estos talleres virtuales contaron con la participación de 58 emprendedores uruguayos.
El proceso de certificación de la OIT
La certificación de Formación Nacional en Educación Financiera de la OIT tuvo varias etapas. Primero, hubo una preselección de méritos a nivel nacional, “la mayoría profesionales que nos dedicamos desde distintas perspectivas a capacitar en áreas de educación financiera. Luego, la institución contratada desde Argentina, Finandes, para efectuar la selección y capacitación nos evaluó mediante entrevista personal para confirmar si estábamos aptos para iniciar el programa de certificación, que constó de varios pasos (...). La lista final de seleccionados fue publicada”, contó la docente.
Luego de esta selección, realizó un curso intensivo de capacitación en noviembre de 2020, de 40 horas de clase, para conocer la metodología y los materiales de OIT sobre Educación Financiera. Los principales temas tratados fueron: objetivos financieros, presupuesto, productos de ahorro, crédito, financiamiento, productos financieros, instituciones financieras y riesgos.
Finalizado el curso, “firmamos un compromiso donde asumimos replicar tres veces los talleres con duración de 30 horas, durante el año 2021, y llegar a un mínimo de 36 emprendedores”, señaló.
Durante enero 2021, la docente recibió diferentes materiales para estudio: Manual del formador, Manual del alumno, Manual de adaptación a la virtualidad y diversos materiales para realizar las réplicas. Entre febrero y marzo de este año preparó todos los materiales para las réplicas, las distintas dinámicas, las agendas; y, con el apoyo de Initium, se hizo la convocatoria de los talleres. Entre abril, mayo y junio realizó las tres réplicas/talleres.
Cada una debió reportarla a Finandes para su devolución y ajustes de desviaciones, para corregir la subsiguiente, por parte de los coordinadores, y así aspirar a la certificación de OIT, “donde estoy registrada en la base de datos con las réplicas cargadas, las grabaciones de las sesiones, los print de zoom de todas las sesiones, listas de asistencias, devoluciones de los asistentes a los talleres en google forms... todo queda documentado tanto en OIT como en Finandes”, explicó Crosignani.
“Porque de eso se trata, de tomar mejores decisiones financieras”
“La educación financiera es relevante para la vida misma. Si pensamos la cantidad de veces que tomamos una decisión con respecto al dinero y cuánta capacitación recibimos al respecto, nos asustamos”, señaló Crosignani.
“Difícilmente encontremos buenos ejemplos de educación financiera en los actuales sistemas formales de educación. No nos enseñan a discernir entre una necesidad y un deseo, no nos habitúan a llevar nuestro presupuesto, no tenemos el hábito del ahorro incorporado como una cuenta obligatoria, y así por delante”, agregó.
“Uno de los primeros descubrimientos que los emprendedores hacen cuando se embarcan en la educación financiera es que precisan separar los presupuestos y, hasta que eso no sea así, será muy difícil poder avanzar y hacer crecer el negocio”, comentó.
Otro tema relevante que destacó la docente fue la necesidad de empoderarse con la información para tomar mejores decisiones financieras; por ejemplo, “si necesito financiamiento y voy a comprar un préstamo, debo saber exactamente cuánto voy a pagar por el mismo... no quedarme con ninguna duda. Y como este tema, aparecen muchos más. Porque de eso se trata, de tomar mejores decisiones financieras, y para eso lo que buscamos es que los emprendedores aprendan a informarse, interpelar y aprender sobre los temas financieros de sus negocios”.
Alessandra Crosignani es licenciada en Economía y Administración por la Universidad de la República (UdelaR). Posee un diploma en Educación y nuevas tecnologías por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y el Diploma en Docencia Universitaria (DDU) por la Universidad de Montevideo.