Aprendizajes de un viaje sin precedentes a Ghana
Los países africanos no suelen estar entre los más buscados por los alumnos a la hora de pensar en destinos de intercambio. Pero quienes salen de la clásica actitud de mirar hacia el norte, encuentran en ese continente un panorama más que enriquecedor. Eso mismo fue lo que ocurrió a un grupo de alumnos de la UM que viajaron a Ghana para ampliar su mirada en contacto con la realidad.
El viaje tuvo lugar en febrero y fue coordinado por el director de la Licenciatura en Política, Filosofía y Economía (PFE), Alexander Castleton. Acudieron cuatro alumnos de PFE, uno de Economía y una de Comunicación. La propuesta resultó atractiva por lo original, y al volver de allí los viajeros la evalúan más que positivamente. Bruno Nárez, uno de los cuatro estudiantes de PFE, hizo énfasis en que los viajes a “lugares exóticos” como este “hacen un aporte al conocimiento o visión de mundo que no se compara con lo que se aprendería en un viaje a una cultura conocida”.
El grupo de viaje se preparó con clases específicas, mirando documentales y leyendo papers, y por lo tanto iban en conocimiento de lo que encontrarían. Pero aún así, la realidad los sorprendió en varios sentidos.
“Era consciente de la falta de recursos en África, por ejemplo, y al llegar ahí pude ver que, si bien a la sociedad de Ghana le falta mucho para llegar a ‘explotar’, el panorama es diferente, el país tiene una proyección impresionante. Por ejemplo, la Universidad de Ghana tiene un campus que no imaginábamos, y cuando nos reunimos con el cónsul honorario de Uruguay en ese país nos habló de todas las posibilidades de comercio y expansión”, destacó Nárez.
Itinerario completo
El grupo hizo base en la Universidad de Ghana, la más antigua de las 13 públicas del país. Junto con profesores locales, exploraron la parte productiva de la nación, visitando una represa hidroeléctrica y una plantación de bananas y cacao. Se acercaron también a la cultura y política del país conociendo al artista Bright Ackwerh, que ha ganado diversos premios y es reconocido a nivel internacional.
Acudieron a los castillos desde donde se “exportaban” esclavos, y tuvieron una reunión con el profesor Emmanuel Saboro de la Universidad de Cape Coast, quien les presentó su nuevo libro donde examina la resistencia a la esclavitud a través de la historia oral. Visitaron una mezquita antigua y valoraron el arraigo de la religión musulmana en esa zona del continente. La experiencia sirvió, asimismo, para tomar contacto con estudiantes ghaneses y llegar a comprender su realidad.
Olivia Henderson, también alumna de PPE, valoró que el itinerario estuvo muy bien pensado y fue muy diverso, lo que permitió que el aprendizaje fuera mayor. “La idea era que el viaje pudiera contribuir a nuestra formación y por eso estuvo muy bien reparado. Además de todo lo que hacíamos, cada día escribíamos un diario de viaje, eso nos ayudó a procesar y a ver todo lo que aprendíamos día a día, y ahora podemos volver a leerlo. Aprendimos montón de cosas que nos van a servir”, dijo, y luego se refirió a algo más profundo, que estaba en la base de la propuesta: “También, fue muy bueno para abrir la cabeza, ver otras realidades, ver que ellos están muy bien preparados en lo académico también”.
Apertura al mundo
Todos los alumnos experimentaron esa potencialidad en la apertura a lo diferente. Para esto tuvieron que abrirse, dejar de lado su punto de vista y aceptar la multiplicidad de miradas y experiencias. Lo que al principio les chocaba -que los ghaneses comieran con las manos o que fueran cariñosos con los desconocidos, por ejemplo- fue el modo en el que comprendieron y valoraron la riqueza de la diversidad. “Cuando uno se abre a conocer, a no hacer todo con el propio filtro, resulta una experiencia super enriquecedora. Fue el mejor viaje de mi vida, sin dudas. Sin exagerar”, aseguró Henderson.
La apuesta por Ghana fue grande, pues a los estudiantes les implicó tiempo de preparación y recursos para pagar los gastos. Pero les sirvió para conocer de modo experiencial otra realidad y para acercarse a un continente que de otra forma no hubieran conocido. Además, les supuso incluir a África en su horizonte -también como destino de estudios en el futuro- y les regaló un grupo de amigos que difícilmente hubieran encontrado en otro lugar.