Periodismo, redes sociales y reputación

José López Jaraba, consultor en Comunicación corporativa y asuntos públicos, brindó una conferencia en la que habló del “declive del periodismo”, la crisis de los medios y el negocio de la vanidad
Periodismo, redes sociales y reputación en España

La Facultad de Comunicación (FCOM) y Alumni UM organizaron un webinar sobre periodismo, redes sociales y reputación en España a cargo de José López Jaraba, socio y fundador de BeConfluence. En la actividad del 9 de junio, López Jaraba señaló: “No quiero dar un mensaje apocalíptico, aunque lo parezca; pero, soy poco optimista. Cada día que accedo a los medios españoles me llevo una pequeña decepción. Sé perfectamente cómo funcionan. Vengo de ellos, por mi trabajo anterior como periodista, y ahora los utilizo en mi trabajo con clientes en el área de Comunicación corporativa. Los medios españoles están trabajando de forma muy precaria, con pocos recursos y la cualificación de los periodistas no es la adecuada”.   

El declive del periodismo, el asesinato premeditado de la verdad y la crisis financiera de los medios de comunicación  

López Jaraba comenzó explicando que, cuando empezó a trabajar en los medios, conoció un periodismo que “trabajaba en grandes redacciones, con personas altamente cualificadas, que escribían con muy buena calidad. No había una noticia que no se contrastara con dos o tres fuentes antes de ser publicada. El redactor tenía tiempo de elaborar la noticia y era especialista sobre el tema que escribía”.  

En la actualidad, señaló el experto, la situación económica ha producido una reducción de los equipos periodísticos y de las redacciones en España. “En general vemos personas muy jóvenes, con poco tiempo para pensar y escribir, mal pagados y que utilizan Google como su principal fuente de información. Se ha perdido la cualificación periodística”, afirmó. Para López Jaraba, este ha sido el cambio, un cambio considerablemente rápido, que se produjo en un período de tiempo de entre doce y catorce años.   

El comunicador sostuvo que los medios españoles tienen una “dependencia absoluta” de la publicidad de las administraciones públicas o de las grandes empresas. “Los medios españoles están en manos de esos medios inversores de publicidad”, dijo, y recordó que “en un periódico en el que trabajaba, había domingos que vendíamos 750.000 ejemplares, y teníamos absoluta dependencia para [criticar] al gobierno o a grandes empresas. Ahora no; los medios son totalmente dependientes de la publicidad, son rehenes de su propia miseria financiera”.  

La influencia de las redes sociales en la radicalización de los medios   

“En los periódicos y la televisión, los medios se han vuelto radicales; fomentado, entre otras cosas, por las redes sociales”, puntualizó el experto y comentó que se debe a que en dichas plataformas participan de forma muy activa los más destacados analistas y periodistas de los medios clásicos.   

López Jaraba habló del tono y la polarización de los mensajes en las redes sociales, que limita el análisis, el sosiego y la ponderación de lo que se dice. Explica que los que participan de ellas también son cualificados como analistas, teóricamente, de esos medios de comunicación. “Para conseguir seguidores, y entrar en ese ecosistema, deben influir en el análisis de sus propios medios tradicionales. Esto trae un efecto nocivo para la profesión”, sentenció.  

El periodismo de espectáculo: “Generando espectáculo para conseguir audiencia”  

Las cadenas de televisión desarrollan “supuestos debates” de actualidad “que no son más que formatos de entretenimiento que utilizan la actualidad como algo para entretener. Ahora no encuentro más debates interesantes, solo veo supuestos analistas que comentan la actualidad de una forma exagerada, radicalizada y generando espectáculo para conseguir audiencia”, compartió.  

La ansiedad de aparecer en medios, redes y el negocio de la vanidad  

“Estamos detectando cómo empresarios sufren también de esta fiebre alocada por aparecer en los medios o por tener muchos seguidores en las redes sociales. Estas personas recurren a empresas de Comunicación corporativa. La vanidad se ha convertido en un negocio para muchas consultoras de comunicación”, comentó López Jaraba, y agregó que queda “perplejo al ver personas, con grandes perfiles profesiones, que se rinden a la vanidad y contratan todo tipo de servicios de marketing digital y comunicación para conseguir popularidad”.   

¿La reputación se compra o se gana?  

El experto afirmó que se consigue por los dos caminos. “Hay ejemplos de intachable reputación que no necesitan recurrir a nada, ni a nadie, para ser respetados. Pero hay otros ejemplos que alimentan la reputación invirtiendo enormes cantidades de dinero en publicidad y campañas de marketing. De esta forma se genera una publicidad vacía, hueca... y se genera una reputación comprada con talonario. Cuando realmente rascas detrás de determinados personajes o empresas suele haber algo que no merece la pena”.  

A su vez, destacó que los medios de comunicación en España “arrastran unas deudas enormes con los bancos, pierden dinero sistemáticamente, están despidiendo periodistas continuamente y dependen de la voluntad de un grupo de empresas y administraciones públicas. Por lo tanto, esas empresas, que pagan su publicidad, son respetadas y no reciben ni una sola crítica de los medios”.  
 
José López Jaraba es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad, se desempeña como consultor de Comunicación estratégica y de asuntos públicos en BeConfluence, donde es socio y cofundador. Entre 2009 y 2012 fue director general de RTVV. Previamente, puso en marcha el Canal 9/24 Noticias de Radiotelevisión Valenciana. Ha sido responsable de las áreas de Política, Sociedad y Madrid en el periódico ABC (2006-2009) y fue director de ABC en la Comunidad Valenciana entre 2003 y 2006. A su vez, fue editor de ABC, formó parte también de la Dirección de Coordinación Editorial del Grupo Vocento y ha sido corresponsal de guerra. Es coautor del ensayo “Nuevo periodismo” (2006) y fue galardonado con el Premio Berlanga en 2009.