Con la conferencia "De la facultad a la clínica: dudas, tropiezos, aprendizajes", la Facultad de Psicología de la Universidad de Montevideo presentó la Maestría en Terapias Contextuales y Contemporáneas, que se ofrece a partir de marzo 2026.

Los invitados fueron Ángel Gargiulo -psiquiatra y dr. en Medicina, con formación en Terapias Contextuales y especializado en  DBT (Terapia dialéctica conductual)- y Christian Cabanne, lic. en Psicología, especialista en terapias contextuales, con formación avanzada en ACT (Terapia de aceptación y compromiso). Moderó la dra. María José Soler, decana de la Facultad de Psicología de la UM.

Entre el público se encontraban psicólogos y estudiantes avanzados de la licenciatura, que buscan adquirir más herramientas a través de una maestría que ofrece formación clínica y profesional. Esta propuesta, pionera en la región, integra de forma completa distintos modelos de terapias contemporáneas, como ACT y DBT, entre otros enfoques basados en evidencia, algo que hasta el momento no existía en la región.

A propósito de la Maestría, en la que será docente y supervisor, Cabanne destacó: “Es impresionante lo que se está por dar. Por eso me impliqué tanto cuando me invitaron, porque mi recorrido consistió en ir armando una suerte de manta a retazos (…). En cambio, acá van a recibir la trama armada, hay un equipo de excelentes profesionales y seres humanos, muy motivados, a los que nos encanta lo que hacemos y que queremos que a ustedes les encante también”.

Ante la misma pregunta sobre el valor de la propuesta de la UM, Gargiulo indicó que él también se formó en terapias contextuales de manera muy autodidacta, y valoró la solidez de la oferta de la UM. “A nosotros nos costó entender estas cosas, tuvimos que viajar, esforzarnos mucho. Ustedes lo tendrán ordenado, al alcance de la mano (…). Van a tener una formación académica y práctica, sólida, tendrán bakground científico. Todo eso será un factor diferencial muy importante”, auguró Gargiulo, quien también se desempeñará como docente y supervisor en la Maestría.

Ambos profesionales llegaron a estas conclusiones después de haber repasado, en un coloquio moderado por María José Soler, sus inicios como psicólogos clínicos. Contaron sobre las falencias de su formación de origen (poco orientada hacia la práctica), así como sobre sus miedos e impulsividades a la hora de comenzar a atender pacientes.

Cada uno relató cuáles fueron sus mayores desafíos y cómo -con mucho estudio, práctica, paciencia y trabajo en uno mismo- fueron creciendo como terapeutas. Gargiulo enfatizó en que es necesario “entrenarse mucho para ser buen clínico, porque un buen clínico es una obra de arte”. 

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